jueves, 30 de diciembre de 2010

Credenciales


                                                         Kevin Carter: Sudan 1994


El buitre se espanta por el ruido de la cámara, sin llegar a perder de vista a la presa que madura rápidamente.
El animal está sin fuerza, con su mano de animal intenta un gesto pero no puede.
El fotógrafo piensa en el hallazgo como un golpe de fortuna.
El buitre también.
El animal no sabe distinguir esos signos, porque nunca tuvo. Espera del día una sombra amable.
El reportero está calculando la luz.
El buitre se la sabe de memoria. Los ciclos abren un surco en la presencia, un gen que se porta.
-“Si abriera un poco las alas…”-
-“Si abro un poco las alas…”-
-“Si abre las alas, vendrá”-
El animal aún respira. Su madre está veinte pasos más allá, a los mismos que el fotógrafo; a veinte saltos el buitre.
La escena dura lo suficiente como para que se cree una relación entre ellos. Un triángulo de afinidades.
La tierra suda, pero no interpreta un papel relevante.
El aire está de paso.
El animal está quieto por el hambre, sin solución, inmóvil. El buitre tiene hambre y quiere tomar medidas, se balancea. El fotógrafo siente vacío, busca un ángulo: “Si abriera las alas”.
Los tres en el mismo plano. Dos juegan sus bazas.
La foto será premiada.
El fotógrafo busca un paraje conocido. Se suicida.
El buitre muere dos años después.
Puede que el animal les regalase ese tiempo.

Julio Obeso

No hay comentarios:

Publicar un comentario